A veces creer en la magia es cuestión de una carta que engaña a los ojos en una maraña de hábiles dedos…. Otras es más que eso…
Estando en Londres hace casi un año por motivos de trabajo.. me acerqué a Covent Garden en un tiempo libre que tenía. Este distrito londinense está dominada por tiendas, artistas callejeros y diversos elementos de entretenimiento… pues bien ..
Recuerdo como paseando por la zona , un mago acaparaba la atención de unas cincuenta personas. Entre el público, un niño pequeño lloraba porque el mago no le había sacado para hacer un truco. “Eres muy pequeño para éste”, le dijo. El zagal se apartó del grupo y se sentó en un bordillo dando la espalda al público, a su familia y al artista. A mitad del espectáculo, el mago reparó en el muchacho y paró en seco. Tras un largo segundo en silencio, soltó las cartas que tenía en la mano quedando éstas esparcidas por el suelo. Se acercó a la acera y se sentó junto al chico. El pequeño miró a su lado y no pudo evitar sorprenderse. “Necesito lo que me has robado para hacer magia”, le dijo el mago en tono acusativo. El niño abrió los ojos hasta no poder más y respondió: “¡Pero yo no tengo nada!”. El mago se incorporó y se puso en cuclillas, frente a frente, colocando su mano junto a la oreja del niño. Aleteó sus dedos y, cuando todos esperábamos ver una carta saliendo del cogote del chaval, puso su índice en la comisura de la boca del niño y empujó hasta que consiguió una sonrisa: “Mi pequeño amigo, soy un ilusionista y necesito ilusión para trabajar” le dijo.
Y no hay cosa más cierta que esto…. hacer magia requiere llavar al público a un mundo de ilusión durante el tiempo que llevas es espectáculo. Hay que hacer que un adulto recupere la fantasía y la inocencia que tenia cuando esperaba a los Reyes Magos nervioso en la cama … Tiene s que lograr separar su lado lógico/cerebral del lado fantasía .. si no logras eso … tu espectáculo no sirve de nada y por muy bien que ejecutes moviemientos … no pasaran de »trucos de magia » a »Juegos de magia» .